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Algunos de los beneficios que pueden esperarse de la práctica del ChiKung son los mismos que los obtenidos con cualquier otra disciplina: Aumento de la movilidad; sensación de bienestar por la secreción de endorfinas, etc.
Sin embargo, el énfasis en la armonización de cuerpo-mente y respiración hace que además tenga efectos muy positivos sobre el sistema nervioso y el endocrino, mejorando la coordinación, la estabilidad emocional y la inmunología.
La práctica mental mejora la capacidad de concentración y se adquiere un estado de alerta calmada y un mejor control de las emociones, que en sí, son movimiento del Chi (Qi)
La respiración mejora el metabolismo al facilitar una mejor oxigenación y aumenta la capacidad pulmonar.
Los movimientos corporales mejoran la eslasticidad y la fuerza muscular.
Todo el conjunto al aumentar, armonizar y regular a la persona que lo practica, redunda en un aumento global del bienestar, de la vitalidad y de la calma.
Muchos problemas comunes, como malas digestiones, dolores de espalda, etc., se solucionarán sólo con la práctica general. Sobre esta base global, los ejercicios específicos ayudan a mejorar las condiciones concretas aportando sus beneficios en el área requerida que puede ser bastante amplia, como por ejemplo insomnio, asma, bronquitis, ansiedad, etc.
Cabe recordar que el Chi Kung no es un milagro. Hay que dedicar un cierto tiempo a la práctica antes de percibir claramente los cambios. Se requiere un aprendizaje, antes de comenzar a correr es necesario saber caminar.
Es conveniente practicar con calma, asiduamente y con confianza para que los resultados vayan llegando.
