martes, 6 de septiembre de 2011

Verano de práctica en la naturaleza.

Este verano tuve la suerte de dar clases de Chikung, sobre el curso del que vengo hablando en este blog, fue realmente una experiencia revitalizante, porque después de practicar durante tantos años, el transmitir lo que me han enseñado mis maestros ha sido un honor y por supuesto una responsabilidad, pero muy gratificante al ver los progresos y el entusiasmo de mi alumno. Lamentablemnte, no tomé fotos, pero hubiera valido la pena.
También aproveché para continuar con mi práctica personal, en este caso, mi maestro sí estaba con su cámara. No es Chikung, sino el sable de la familia Wu (Wu Taiji Dao), realmente una hermosa, aunque complicada forma que requiere destraza y mucha memoria, pero que tu cuerpo/mente agradece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario